Testimonio de Keta

Cuando decidí entrar a formar parte de esta familia, no tenía muy claro (a pesar de que cada vez que lo nombraba se me ponía la carne de gallina) que fuera a ser capaz, ya fuera porque  no había vivido ningún embarazo de cerca o porque yo tampoco he sido madre.

Pero después de una revelación “cósmica” supe que este era mi camino.

La verdad, ha sido un antes y un después. Conocer a Llucia, Magda y a todas mis compañeras ha sido el mejor regalo que he tenido en estos 50 años.

He aprendido muchísimo (y lo que me queda por aprender).

Ahora se gestionar mejor algunas conductas, me reconozco, he aprendido a perdonarme, a no juzgar, he crecido muchísimo como persona.

He aprendido la fisiología de las diferentes etapas de la maternidad y a acompañar a otras mujeres, porque ahora se me acompañar a mí misma.

Doy gracias al universo por haber puesto a Llucia en mi vida, porque eso me ha dado la oportunidad que conocer este mundo.

Sé que ahora tengo un propósito.

Somos una tribu.

¡Gracias, gracias, gracias!

Keta